martes, 28 de diciembre de 2010

Lenguaje y deporte: el deporte rey, el fútbol.

Llegados al tema del ocio, entramos directos al deporte. En nuestro país la mención de cualquier deporte nos hace pensar en salud y diversión, pero en algunos casos esto va más allá. Hablamos del fútbol, conocido también como “el deporte rey”. Es considerado el deporte más popular del mundo, pues lo practican unos 270 millones de personas. Se considera que el fútbol fue creado en 1863 en las Islas Británicas con la fundación de The Football Association, aunque sus orígenes se remontan a la Edad Media. Con el paso de los años, el fútbol se expandió rápidamente. Poco a poco el fútbol se fue profesionalizando y fue dejando de ser simplemente un juego para convertirse en un deporte profesional reconocido a nivel mundial.
Lógicamente, el lenguaje tiene una estrecha relación con el fútbol, dado que siendo un deporte tan practicado a nivel mundial, son necesarias diferentes asignaciones en los diferentes idiomas para cada uno de los elementos que conforman este mundo. Por ejemplo, el mismo nombre del deporte varía según la zona en la que nos encontremos: Soccer en USA (puesto que Football en USA es Fútbol Americano), Balompié o fútbol en países de habla hispana y Football en países de habla inglesa. Muchas veces se utilizan figuras retóricas para hablar de cada uno de los jugadores que hay en el campo (cancerbero, zaguero, ariete) o se utilizan expresiones como “No meter un gol ni al arcoíris”. El fútbol es un deporte universal, de modo que también necesita un lenguaje universal. Para eso, se encuentra el árbitro, el cual a través del pito (lenguaje auditivo) y la posición de sus brazos (lenguaje corporal) marca una infracción u otra que puede amonestar mediante tarjetas de diferentes colores (lenguaje visual). De este modo, cualquier jugador sea del país que sea podrá entender lo que el árbitro haya señalado. A su vez los jugadores pueden utilizar su lenguaje corporal para reclamar una tarjeta, pedir un cambio e incluso a la hora de celebrar un gol. Podemos encontrar más mensajes auditivos en los cantos de los hinchas y visual en las camisetas de los diferentes equipos.
Dada la popularidad del fútbol este se ha convertido en un grandísimo negocio. ¿Qué opináis al respecto? ¿Son desproporcionados los sueldos de los jugadores? ¿Creéis que el fútbol va mucho más allá del simple deporte? ¿Cómo y cuánto influye en la sociedad?

2 comentarios:

  1. Amelia Noguera Rubio18 de enero de 2011, 12:36

    A mí no me llama mucho, bien es cierto que cuando juega España el mundial me apunto a animar al equipo.
    Los sueldos me parecen una barbaridad, al igual que los de los políticos y toda esta gente (pienso que si se reducieran un poco sus sueldos en lugar de los de los trabajadores se acabaría antes la crisis y de una forma más justa).
    Sí que creo que va más allá del deporte, mueve muchísimo dinero, se generan discusiones, se compran y venden jugadores, es todo un negocio.
    En la sociedad afecta a los seguidores, a los que no lo seguimos no mucho. Lo seguidores pueden llegar a ser ultras y volverse agresivos contra otros equipos, me parece de neandertales que se lleguen a poner así causando tanto destrozo (peleas, vandalismo...), todo por tener enfrente a otras personas que animan a unos jugadores con el pantalón de otro color.

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  2. Esta claro que el fútbol (entre otros deportes mayoritarios) ha dejado de ser una actividad lúdica para ser un negocio competitivo extremadamente provechoso, ya no solo para los futbolistas sino para agentes, representantes o directivos. Por otra parte, también es progresivo el aumento del forofismo entre los aficionados y la radicalización de algunos sectores del público. A pesar de ser un simple juego, no creo que nadie menosprecie el impacto que tiene un partido importante como los Barça-Madrid.

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